Intendentes vs ciudadanos: se agota la paciencia

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Informe exclusivo de revista La Tecla sobre el impacto del hartazgo social en el momento más complicado de la pandemia.

Luego de 3 meses de aislamiento social preventivo y obligatorio, es cada vez más difícil el cumplimiento estricto de la norma. Para peor, el hartazgo de la población se combina con el momento más difícil de la pandemia, con la mayor cantidad de contagios. El riesgo de que la situación se desborde y haya que volver para atrás. El tire y afloje entre intendentes y ciudadanos.

El aislamiento social preventivo y obligatorio comenzó allá por mediados de marzo y se anunció por 15 días. La medida parecía estricta pero necesaria: un virus desconocido, letal y muy contagioso se esparcía por todo el mundo y había que evitar su llegada. Hoy, pasaron más de 90 días y si bien Argentina no tiene los terribles números que ostentan otros países de contagiados y muertes, el confinamiento empieza a hacer mella en el seno de la sociedad.

El hartazgo que se percibe en la calle con la cuarentena es un problema grave, ya que el país atraviesa el peor momento en lo que respecta a la cantidad de enfermos diarios por coronavirus, al tiempo que todavía se espera la llegada del tan mentado pico de contagios, desde donde podría empezar a planificarse una salida de esta crisis. Pero el cansancio y los bajos niveles de paciencia no son solo propiedad de los ciudadanos comunes y corrientes, los tres meses de tensiones, de acomodarse a una nueva normalidad, también empiezan a pesar en los mandatarios.

Un primer acercamiento a la situación pone la lupa sobre los intendentes, que son el primer eslabón en la cadena de mando, el más cercano a la población. Esto genera que en la mayoría de las veces sean el blanco de los reclamos y quienes además deben ser los garantes del cumplimiento del aislamiento, con el auxilio de las fuerzas de seguridad provinciales. Pero en última instancia, el roce diario, el trato que se desgasta, el tire y afloje es a nivel municipal.

En este sentido, en las últimas semanas fueron notorias las rispideces entre los alcaldes y la población local. La aparición de casos en localidades que se mantenían vírgenes de covid-19 rompió el idilio con los vecinos y hasta los jefes comunales se animaron a cuestionarlos públicamente. En el momento más álgido de la pandemia, se abre una nueva fase que no estaba contemplada en el plan del gobierno: la fase del hartazgo.


“En Argentina llevamos una cuarentena muy larga, que la empezamos prontamente. Todos sabemos que se hizo así para fortalecer el sistema de salud. Todos empezamos a flexibilizarnos un poco más en los últimos días, el pico no llegaba, muchos meses de encierro. Se flexibiliza la política, vemos que se contagian ellos con cantidad de reuniones mientras apuntamos con el dedo a los cumpleaños y baby shower. Todos nos hemos relajado un poco de algún modo. Si es criticable o no, no lo sé, es producto del alto tiempo de confinamiento. No sé si no hay respeto por la palabra de los intendentes”, apuntó la socióloga Daniela Barbieri ante la consulta de LaTecla.info, en el marco de un seminario por teleconferencia.



La mirada de los analistas: la gestión gubernamental bajo la lupa

“Lo más importante es la falta de capacidad y preparación para enfrentar esta pandemia. A nivel mundial, desde el inicio se está improvisando. No hay una estrategia general. Todo se ha hecho con un desconocimiento absoluto de la comunicación de crisis y la comunicación y gestión de riesgos. Hay una idea que dice que la comunicación de crisis sirve para transmitir certezas. No es lo mismo que, si te cortan la luz, te avisen que vuelve en 3 horas a que no te digan nada. Eso es comunicación de crisis. La de riesgo, vendría a ser mantener altas las alertas para que no se produzca la situación de crisis. Gran parte del gobierno ha comunicado mal. Han caído en actitudes triunfalistas, subestimadoras, negacionistas del problema”, manifestó a LaTecla.info el consultor Gustavo Córdoba.

En la misma sintonía, el analista subrayó que “nunca hicieron lo que tenían que hacer, que es evitar que la gente se contagie y se quede en la casa. Así de simple, puede gustar o no, pero eso es lo que tienen que hacer. A nadie le gusta estar encerrado ni que haya contagios o muertes. Pero la responsabilidad es de los intendentes y los gobernadores”.

En tanto, el especialista en comunicación aclaró que “Hubo una primera reacción muy positiva, porque Alberto y los gobernadores fueron aliados naturales y tácitos, pero a nivel municipios es distinto. Ellos son la primera ventanilla de atención a los problemas. Y ellos atienden todos los problemas sin recursos y estrategias en la mayoría de los casos, solo pueden poner la cara. Para el vecino, el estado municipal, provincial y nacional es el mismo Estado”.

Por su parte, el consultor político y exdiputado provincial Daniel Ivoskus, advirtió a este medio que “La tensión va a crecer y va a ser exponencial. El error es que acá se cree que el problema es solo sanitario. Esto no es así. También está lo económico, pero no lo de grandes corporaciones, sino la economía familiar. También está la conflictividad social. Y lo institucional y político. Si vos descuidas alguno de estos aspectos esto termina en una crisis institucional, tarde o temprano”. 



Asimismo, el analista agregó: “No tengo ninguna duda de que la angustia, el aburrimiento y la desorientación le van a ganar al miedo. Hoy ya la gente está en otra fase. La imagen del presidente viene cayendo de marzo a la fecha. No es lo mismo plantear una cuarentena con un 92% de aprobación que con un 70% como ahora. Esto puede llevar a no tener congruencia con la sociedad”.

En tanto, Ivoskus manifestó: “Podemos entrar en una fase problemática. Al comienzo de la pandemia, Guayaquil en ecuador era el centro de la pandemia. No había lugar en los cementerios, la gente tiraba los cuerpos en la calle. 90 días después, Argentina tiene que retroceder en la fase. En Ecuador, 72 días después hay una vida relativamente normal, abren aeropuerto, la gente hace deportes. ¿Qué pasó en el medio? Allá se tomaron medidas para revertir la situación y acá estamos todavía esperando el pico de contagios".  Añadió: "Acá hay que hacer testeos masivos. Si no lo hacés, no se va a frenar nunca el virus. En Ecuador lo hicieron. Mano durísima con el contagiado y su familia. Hay que aislar a todos los infectados, sintomáticos y asintomáticos. Si no es como que te estás tapando con una sábana corta. Y vamos a seguir así 3 meses más, o 6 o 10, porque no lo saben. el que tiene que entrar en otra fase es el gobierno, me parece".

Por último, el especialista resaltó que “Hoy hay que tomar medidas que le permitan al gobierno liderar el problema. Las medidas van a ser bien o mal recibidas según los resultados. El otro tema es que los intendentes son el primer mostrador de la administración pública. Hay que hacer que la gente aprenda a convivir con esta nueva realidad. Eso no significa liberar todo, sino ir haciéndolo de a poco con todos los protocolos. Muchas veces los intendentes tienen las manos atadas, la gran mayoría de las decisiones pasan por el gobierno nacional”. Sentenció: “Tiene que haber una flexibilidad en términos generales, hay que sentarse y encontrar un acuerdo. Si no, las consecuencias van a ser peores. El debate no es solo político sino también cultural. Y donde primero va a explotar todo es en lo local, donde ponen la cara los intendentes. Les espera una tarea titánica”.



Se tensa la soga entre intendentes y ciudadanos

La provincia  es tan amplia y diversa que presenta situaciones bien diferentes entre el gran foco de contagio que hoy es la denominada Área Metropolitana de Buenos Aires y el interior. Pero también asoman particularidades dentro del propio conurbano, con distritos super populosos y con graves problemas con el covid-19 como La Matanza, mientras hay otros municipios con pocos casos como General Las Heras o Exaltación de la Cruz. Donde hay circulación comunitaria, el riesgo es que se desmadre la propagación del virus, mientras que en el resto de la región, donde celebran la llegada de la Fase 5, el temor es volver para atrás. En todos los casos, la tensión va en aumento entre municipios y ciudadanía.

“Acá está todo habilitado, estamos en Fase 5. La mayor preocupación ahora es que no entre el virus por incumplir el distanciamiento o venir de una zona de contagios y no avisar. Lo que pasó en Olavarría y en otros lados. El fin de semana hubo reuniones que fueron muy complicadas e incluso lo denunciamos. Una joven llegó de capital federal y en la misma noche se juntó con amigas. En muchos casos los jóvenes son los que más rompen la cuarentena”, disparó en diálogo con LaTecla.info el intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos. Aunque aclaró: “en general la gran mayoría de los chivilcoyanos han cumplido. Pasa que un 5% irresponsable son 4 mil personas y es un gran problema”.



Además, el jefe comunal remarcó: “Adentro de los domicilios no podemos controlar. Lo que estamos haciendo de cara al día del padre es controlar los accesos con la policía. Les pedimos a los que ingresan que firmen una declaración jurada que se hace responsable y que hace 14 días que no tiene síntomas compatibles con covid. También le estamos pidiendo a todos los que tienen familiares adultos mayores que lo celebren por videollamada”. 

Otro de los municipios que disfruta de las mieles de no tener contagios es Tandil, donde desde la comuna cuidan con recelo el privilegio de haber alcanzado la etapa de distanciamiento social obligatorio. Al respecto, el alcalde Miguel Lunghi manifestó a este medio que “Hay mucho más movimiento en la calle, algunos andan sin barbijo, aunque son la minoría. Nos ha costado mucho entrar en esta Fase 5, hemos controlado mucho. Cuando veo gente que no guarda la distancia me enojo bastante, porque corremos riesgo de volver para atrás. Hasta ahora vamos bien, pero cuando el virus entra avanza muy rápido”. 

En la misma línea, el jefe comunal aseguró: “pedimos que haya una libertad responsable, porque no podemos controlar todo. Que entren a los negocios de a dos personas, con barbijo, que me ayuden los empresarios a controlar. Estamos recorriendo los lugares con los mismos sindicatos, para que vean que no es ningún autoritarismo. La mayoría se está portando bien, pero hay que insistir permanentemente que mantengan la distancia social, que usen el barbijo, que se laven las manos”. Disparó: “Los uruguayos apelaron a la libertad responsable y no hicieron cuarentena. Acá llevamos casi 100 días, así que algún detalle personal tenemos me parece”.

Respecto del rol del municipio, Lunghi aseveró: “Se dicen muchas mentiras en las redes sociales, se hablaba de que se había activado el turismo, todas mentiras. La gente dice, nadie está controlando y esto va a explotar. Ya empezamos a trabajar en la prevención de contagios por los festejos del día del padre. Que no se besen ni se abracen, que no sean más de 8 o 10, que haya espacio entre ellos. Que sigamos en la fase 5 depende de la gente, no de nosotros. Ahora podemos empezar a mover lentamente la rueda de la economía y hay que empezar a portarse bien. Estamos en 40 mil litros de nafta por mes desde la municipalidad. Estamos volcando todos los recursos en salud, seguridad, desarrollo social. En abril entregamos 25 mil bolsones de comida, en mayo 15 mil. son números muy altos para nosotros. Tenemos que ayudarnos entre todos”.

Uno de los distritos con pocos casos del interior de la provincia es San Andrés de Giles. Supieron llegar a la tan mentada Fase 5, pero la aparición de algunso casos de coronavirus los hizo retroceder. Consultado por LaTecla. info, el intendente Carlos Puglelli afirmó que “Siempre fuimos bastante restrictivos, fuimos abriendo cosas de a poquito. El problema es que se descontrola con los encuentros familiares. Así que estamos mucho con eso, tratando de generar conciencia. Cuando empezamos a tener casos encontramos que se empezaban a juntar con amigos...es muy difícil de controlar. No podemos llegar como Estado y apelamos mucho a la responsabilidad individual. Se creen que no pasa nada si se juntan con familiares y amigos, y es donde más riesgo hay”.

Sobre el control y vigilancia del municipio, el alcalde manifestó: “Venimos advirtiendo que si se dan muchos casos podemos retroceder de fase. El problema está en la gente, las juntadas esas son terribles porque es imposible estar en todos lados. Cuando encontramos alguna, las disuadimos, pero es muy difícil. Estamos buscándole la vuelta, con la policía, los inspectores municipales, armando esquemas. Están dando vueltas todo el día por toda la ciudad y las localidades”.

En el interior de la provincia, uno de los casos paradigmáticos es el de Salto, que en cuestión de días pasó de disfrutar de los beneficios de no tener ningún caso positivo de coronavirus a tener casi 30. Cayeron a la fase 3 en una semana. Y temen que empeore. “Está muy complicada la situación. Ahora en Salto la gente está muy asustada por los casos que se dieron. Ya tenemos 26 casos positivos. Vamos a pasar nuevamente a la fase 3. Se va a complicar porque esto implica una serie de incomodidades, sobre todo para los comerciantes, sobre todo las peluquerías que estaban trabajando a full. La gente está molesta. Pero no han cumplido como lo deberían haber hecho. Nos creíamos los campeones del coronavirus”, disparó el jefe comunal Ricardo Alessandro.

En ese sentido, el intendente disparó: “El contagio de Bagley, aparentemente fue por un asado y un festejo de cumpleaños. No está confirmado pero se sospecha que fue así, porque en la empresa no hubo más contagios. La gente va a tener que cumplir al pie de la letra la cuarentena. La situación viene para peor”. 

Sobre la prevención, Alessandro apuntó que “Estamos trabajando en los controles. La policía está trabajando mucho. Ahora tenemos la capacidad de móviles adecuada. Gracias a la gestión del ministro de seguridad Berni que nos proveyó de 3 patrulleros y 10 efectivos policiales más, que era lo que necesitábamos. Así que ya estamos reforzando lo que sea necesario”.

 

El microclima del AMBA: más casos y más restricciones

“Tenemos que poder creer que las personas van a ser responsables y que los ciudadanos seguirán cumpliendo con el aislamiento por amor a sus familias. Aún falta lo peor de la pandemia y estamos haciendo un esfuerzo enorme por parte del Estado para cuidar la vida de todos y en particular de nuestros adultos mayores. Pero solo con el Estado no alcanza, si no existe el compromiso ciudadano, esto va a ser aún más difícil. Somos nosotros quienes debemos cuidar a nuestras familias del contagio. Necesitamos de la responsabilidad y la solidaridad de cada uno de los quilmeños y las quilmeñas. Por eso le seguimos pidiendo que no salgan si no es necesario, no compartan el mate, no jueguen al fútbol, no festejen cumpleaños, cuentan con el Municipio y contamos con todos y cada uno de nuestros vecinos para ganarle la pelea al coronavirus. Cuidemos lo logrado, sigamos en ese camino. Este es el mensaje”, subrayó a LaTecla.info la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza.

La alcaldesa agregó: “Hay muchas familias que se están cuidando y que están cumpliendo con las medidas de prevención sanitaria. También hay muchos comercios que necesitan trabajar y tienen la posibilidad de hacer envíos a domicilio o retiro en la puerta del negocio, vemos que se cuidan mucho, ponen una mampara, tienen todos los sanitizantes y todo lo que se necesita para prevenir. Entonces, hay muchas familias y muchas personas que se están cuidando. Pero hay un porcentaje de nuestra población que tiene una mirada muy individual de la vida, que quizás sienten que no les va a tocar o que son jóvenes y entonces pueden pasar la enfermedad sin mayores complicaciones. Más allá de que todo eso pueda suceder, hay que comprender que el riesgo es poder contagiar a otro, se trata de tener empatía. Necesitamos compromiso, responsabilidad, solidaridad, amor por las familias. Tenemos que lograr que la población entienda que no hay que salir si no es necesario, que estamos en cuarentena, que tenemos que seguir cumpliendo el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Y cuidar mucho a nuestros adultos mayores y a los grupos de riesgo”.



Respecto del rol del Estado, Mayra manifestó que “La articulación de Nación, Provincia y Municipio es fundamental. Estamos trabajando en conjunto para complementar los recursos que tenemos y tener la presencia suficiente para prevenir. Seguimos apelando a la responsabilidad ciudadana y al cumplimiento de las medidas preventivas.En estos 90 días de cuarentena hemos podido aumentar la infraestructura sanitaria, en Quilmes hemos construido a nuevo un hospital modular que estamos terminando de equipar, que tendrá 24 camas de terapia intensiva y 52 generales, todas con oxígeno. Aún así, tenemos que ser conscientes de que si salimos a la calle y no lo necesitamos es muy probable que nos terminemos contagiando y que contagiemos a nuestra familia”.

El distrito del conurbano fue noticia en varias oportunidades durante la pandemia por el foco de contagios en Villa Azul, donde hasta cerraron el barrio por unos días. También aplicaron el plan Detectar en Villa Itatí, para ir en busca de los casos y poder contener la enfermedad.

“Creo que cuidar a los barrios populares también significa poder continuar trabajando en esos lugares, por eso es tan importante que se visibilicen y que podamos trabajar en la urbanización. La urbanización de las villas en la Argentina tiene que ser una política de Estado y trabajaremos mucho para que eso suceda. Uno tiene que poder pensar y planificar para construir mil casas como las que se necesitan en el barrio Villa Azul. Pero quizás eso tarda más de lo que dura una gestión, por eso esto tiene que ser una política más allá de los gobiernos y debemos buscar las herramientas que nos permitan concretarla. Estamos trabajando con operativos Detectar, de Nación y le sumamos el plan Cuidarnos, que creamos en Quilmes, diariamente en distintos barrios desde hace un mes. De esa manera fue que logramos darnos cuenta del brote que había surgido en Azul y lo mismo estamos haciendo en Itatí, donde no hay brote, pero sí hay casos que superan el 30% de positividad día a día. Eso nos preocupa y nos tiene ocupados trabajando en poder aislar a los casos confirmados en los Centros de Aislamiento Sanitario para que no se sigan propagando. Además, hacemos un seguimiento de los contactos estrechos de esos casos confirmados y estamos asistiendo diariamente con lo que esas familias necesitan para que no salgan ni a comprar, ya que tienen que estar en cuarentena”, señaló la jefa comunal.

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