Argentina: la elección más importante luego de la presidencial

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De principio a fin, cómo convivieron los egos de Jorge Amor Ameal, Mario Pergolini y Juan Román Riquelme antes de convertirse en la nueva cúpula dirigencial del Xeneize. La estrategia y los momentos trascendentes, en la voz de uno de los hombres clave del armado

Como en su momento quedó grabada en la mente de todos la imagen del Topo Gigio de Juan Román Riquelme, quizás en un futuro también se pueda hablar del día en que se prohibieron las caretas con su rostro en la Bombonera. En el búnker de Jorge Amor Ameal hubo un plan estratégico para llegar al poder de Boca que se inició en febrero, cuando el flamante presidente decidió convocar a Daniel Ivoskus para que fuera jefe de campaña. Bebieron pocos sorbos de café para arribar a un acuerdo e inmediatamente se pusieron manos a la obra.

Una oficina en San Martín, donde el consultor tiene su búnker de tres pisos, fue justamente donde Ivoskus se reunió por primera vez con Ameal y donde dialogó con Infobae. Este ex concejal y diputado de 46 años que hace más de quince que se dedica a la comunicación política. En su CV figura haber sido uno de los responsables de la creación de la Cumbre Mundial de Comunicación Política, con la que recorrió varios países intercambiando experiencias y las buenas prácticas de diferentes campañas políticas, en busca de profesionalizar la comunicación de los candidatos.

A Ameal lo conoció cuando él había asumido como presidente tras el fallecimiento de Pedro Pompilio. Incluso lo invitó a participar dos o tres veces en la campaña de 2015 -en la que resultó electo Daniel Angelici- aunque no tuvo un rol específico en aquella ocasión. El contacto perduró y, sabiendo que tenía un aparato político armado con muchas voluntades y buenos profesionales, definió el esquema con una cabeza principal para la organización. Así, se dividieron tareas como el departamento creativo, las redes sociales, publicidad, movilización y logística, estructura política en Capital Federal y Conurbano.

Luego de esta primera etapa de trabajo, se prosiguió a una netamente investigativa. Qué quería ofrecer Ameal como opositor, en qué condiciones se encontraba el oficialismo y quiénes serían los protagonistas principales de la elección fueron algunos de los puntos abordados. “Todas las campañas son distintas. Los que no entienden eso, en la mayoría de los casos, pierden. Se puede comparar con las elecciones nacionales de 2015 y 2019, que fueron totalmente diferentes. (Macri) perdió la elección porque se basó en un escenario que ya no era real. En Boca pasó lo mismo usaron la misma estrategia que en 2015, dividiendo a la oposición, y perdieron. Del otro lado hay gente que juega también”, infló el pecho Ivoskus a una semana del que fue un comicio con convocatoria récord para el fútbol argentino.

Que la participación de Riquelme fue trascendental en la elección no caben dudas. Pero la cabeza de la lista de Ameal aseguró que para eso hubo un trabajo previo clave que allanó el camino para su desembarco. A pesar de los cuestionamientos internos, se evitó el uso de pasacalles en los alrededores de la Bombonera y se formalizó el nombre para la fórmula: Frente para recuperar la Identidad Xeneize. El sugerido originalmente fue Identidad Xeneize, pero se resolvió sumar (por idea del mismísimo Ameal) el verbo, la recuperación, para dejar en claro que algo se había perdido. Y se fijaron los pilares de la campaña: “No era solamente lo deportivo, el Volver a Ganar (nombre de la lista de José Beraldi), era que no se te meta el presidente contrario en la cancha en un partido y te saquen los puntos, el respetar a los ídolos, el tener peso en la Conmebol, que no te faltaran el respeto y manejara todo otro club, que hubiera dirigentes deportivos, no gerentes que cierran cualquier actividad si no es negocio y que los directivos no utilizaran a Boca como trampolín político para sus carreras fuera del club. El ganar es un punto más, pero no el único.

Se comenzaron a recoger voluntades en otros sectores opositores y así se adhirieron las agrupaciones de Roberto Digón (seguramente nuevo vicepresidente tercero) y Carlos Montero (tesorero). ¿Por qué no hubo acuerdo para unir las listas con Beraldi? Desde el ala amealista no estaban dispuestos a bajar a algún candidato de la fórmula original como así tampoco en puestos claves de la comisión directiva (más allá de que Pergolini siempre puso su lugar de vice a disposición en caso de que se decidiera agrandar la lista). “La elección podría haber terminado antes, pero fue inviable juntarnos con la gente de Beraldi por una cuestión de coherencia. No creo que su gente sea toda mala y nosotros todos buenos, pero Ameal decidió defender a rajatabla la identidad y concepto del proyecto. En definitiva, el oficialismo fue el que se dividió y la oposición se unió”, valoró Ivoskus.

Según el estratega político de Ameal, diseñaron un plan para contrarrestar todas las cartas que tenía el oficialismo: el poder, la confección del padrón, apoyo de la Justicia, la Comisión Electoral y los periodistas destacados y medios con más afinidad. Y ya con Román a favor, se desató la “campaña sucia”.

“Fueron malos con la campaña sucia porque no les dio resultados. Nos podía hacer trampa y que la elección se perdiera. Por eso necesitábamos la mayor cantidad de socios posible votando. Llegar a los 40 mil que pedía Román. Aunque no difundimos los números de nuestras encuestas, no se equivocaron. Fuimos con seguridad y recién los publicamos a las 18.01 el domingo de la elección”, reveló Ivoskus, quien también detalló que se veían ganadores con 30 mil votos en las urnas y por eso, cuando la cifra superó los 39 mil, comprendieron que la diferencia sería abismal.

 

LAS “TRAMPAS” DEL OFICIALISMO Y LA BOLETA RECHAZADA DE RIQUELME

“Nuestra idea era convocar a mucha gente para que votara. La del oficialismo era meter miedo y que votara la menor cantidad posible. No fueron casuales las declaraciones de Román, primero incentivando al socio a que concurriera y después a que lo hiciera temprano para evitar cosas poco transparentes. No ampliaron la cantidad de mesas y armaron una carpa chica… ¿Para qué? Si la gente quería votar, lo iba a hacer igual”, se preguntó retóricamente Ivoskus, quien se describió como un experto en fake news. Hizo hincapié en supuestos mails, mensajes y audios de Riquelme hablando de cuestiones económicas con las otras listas, pero aseguró haber estado siempre tranquilo ante los rumores: “Todo fue una farsa que no les dio resultado. Quisieron ensuciarlo con la plata y ese fue su manotazo de ahogado para perder por lo menos posible".

El hecho de que Riquelme se uniera sobre el final de la campaña no fue casualidad sino estrategia. Fue una forma de achicar los plazos de la campaña sucia y evitar el desgaste de los protagonistas. Y lo mismo ocurrió con la primera boleta de Identidad Xeneize, que se imprimió con la figura del ídolo boquense con la camiseta de Boca, algo que fue impugnado por la Comisión Electoral y tomó elevada notoriedad pública. En el búnker de Ameal sabían que iban a rechazar el dibujo de Román y que eso sería repudiado. Consideraron esa jugada como un anzuelo que mordió el oficialismo.

 

LA HISTORIA SECRETA DE LAS CARETAS DE ROMÁN

El jueves a la tarde, dos días antes del partido contra Argentinos Juniors en la Bombonera al que iba a concurrir Riquelme, se pidieron 40 mil caretas del ídolo en una imprenta alternativa a la que se venía trabajando con las boletas. El objetivo fue que en algún momento del encuentro ante el Bicho, la transmisión televisiva enfocara a las tribunas con todas las caras de Román: #TodosSomosRomán fue el hashtag de esa campaña. “Jamás pensamos que el oficialismo tendría tal brutalidad y barbaridad. Lo que hicieron fue un error de campaña, un regalo, le llamaría yo”, fue lo que expresó Ivoskus al referirse a la prohibición del ingreso con máscaras a las tribunas, así como también los anuncios por los altoparlantes de la cancha para evitar que los hinchas se las colocaran por “motivos de seguridad”.

“Fue allí cuando quedó en evidencia su debilidad y el saber que estaban perdiendo las elecciones. Hay que saber aprovechar los momentos. Lo que hicieron con las caretas fue un disparate, porque al final salimos hasta en los diarios de España. Nos habían querido callar y nos terminaron abriendo todos los focos y apuntando con los reflectores a nuestra fórmula. La careta salió en la tapa de todos los diarios, en todos los canales y fue mencionada en todas las entrevistas. Ese fue un día mágico para nosotros”, concluyó.

 

QUÉ DIJO RIQUELME DESPUÉS DE VOTAR

Se montó una estrategia para el día de la votación que consistió en una pasarela de ídolos integrada por Riquelme, Battaglia, el Chelo Delgado, Cascini y el Patrón Bermúdez para que los hinchas se llevaran su selfie y compartieran alguna que otra palabra. Pero se delineó un camino específico, por fuera de la carpa donde se votaba. La idea fue agilizar el acto y no causar demoras, algo en lo que Román hizo hincapié una y otra vez.

Fue así que Riquelme aprovechó que pasadas las 2 de la tarde la mesa en la que debía votar se había vaciado y, al ser alertado, fue casi corriendo y empujado por una masa azul y oro que coreaba su nombre al cuarto oscuro. Luego se retiró rumbo al búnker instalado a un par de cuadras de la cancha, en Irala y Pinzón, dentro de la estación de colectivos de la línea 53. “Si no ganamos es porque pasó algo raro. Si gritaban hasta los oficialistas”, expresó el ídolo después de sufragar.

“Estaba feliz con los resultados. Es muy reservado pero sé que vivió la elección y la campaña en plenitud. Se la jugó. Ojalá que sea una inspiración para el Boca que se viene”, comentó también Ivoskus, que no duda de su capacidad para llevar adelante el fútbol en el club: “No conozco dirigente en el fútbol argentino que tenga más claridad que él sobre lo que tiene que hacer. Hasta ahora el fútbol lo manejaba Angelici; el contraste es gigante. Hay una filosofía de juego que es la que representan estos muchachos que participaron en la campaña más otros que se van a sumar. Tarde o temprano, la pelota va a entrar”.

Próximamente Ivoskus trabajará como asesor de Ameal y la cúpula dirigencial de Boca aunque sin un cargo formal. Concentrado en lo inmediato, como la profunda auditoría que realizan en este momento, evadió hablar de una posible convocatoria para ser jefe de campaña de Riquelme en 2023, cuando se lance como candidato a presidente: “No sé cómo me veo en 24 horas. Hay que pensar en concreto. Ahora quiero ver el traspaso de mando del jueves y la primera reunión de comisión directiva del viernes para que todo salga perfecto. En Boca empieza una nueva historia”.

 

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