Alta popularidad presidencial en medio de polémica medida de seguridad

El Candidato
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Actualmente el candidato a reelegirse en El Salvador, Nayib Bukele cuenta con un 96% de popularidad en su país, a raíz de su principal medida gubernamental y bandera de campaña que es apostarle a la seguridad, por sobre todas las cosas, con todo lo que eso implica.

Contexto

Para entender el contexto y la coyuntura, El Salvador era el país con el mayor número de asesinatos del mundo en 2015. Tuvo el récord de 106,8 crímenes por cada 100.000 habitantes. Los ciudadanos manifestaban que no podían salir a la calle, que los comerciantes tenían que pagarles a las maras para su protección. Sin embargo, El Salvador de hoy, redujo drásticamente su cifra de homicidios a un 1,8 en lo que va de 2023.

Ampliación del régimen de excepción

En El Salvador la Asamblea aprobó, hace más de un año, el estado de excepción que permitió detener a más de 72.300 personas, según cifras oficiales, pero que esconde múltiples riesgos relacionados a los debidos procesos judiciales, las condiciones de detención y la persecución contra los medios o la política, tal como denuncian distintos sectores opositores al gobierno de Bukele. Este régimen ha sido ampliado a finales de septiembre de 2023.

La ampliación de las medidas de excepción permite mantener suspendidas algunas garantías constitucionales, como la ampliación del plazo de detención de 72 horas a 15 días, así como la intervención de las telecomunicaciones sin previa autorización de un juez. Todos estos son temas muy delicados y sensibles en una sociedad que se diga ser realmente democrática.

Pandillas Maras

Existen en El Salvador dos grandes pandillas que se enfrentaban por el control territorial: la mara Barrio 18 y Salvatrucha. Había cientos de organizaciones de delincuencia más pequeñas, pero estos dos abarcaban a la mayoría. Cada barrio, calle y edificio estaba delimitado, es decir se tenían distribuidos los territorios. El miembro de una mara no podía penetrar en territorio enemigo porque era asesinado.

Hasta Octubre, durante el régimen de excepción, el gobierno de El Salvador reportó la detención de más de 72.000 personas que están vinculadas a las pandillas, además de la incautación de 3.500 armas, y más de 12 toneladas de drogas. Fuete: Informe del Ministerio de Seguridad El Salvador.

Medidas de seguridad

Las medidas han sido construir en tiempo record varias grandes cárceles de máxima seguridad y salir masivamente con todas las fuerzas de seguridad a capturar a todos los ciudadanos que tengan alguna mínima sospecha de que son pandilleros. De los 106,8 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2015, El Salvador de hoy, tiene menos de 2 homicidios por cada 100.000 ciudadanos, según la información del ministro de Seguridad. “Cuando activamos la guerra contra las maras teníamos 76.800 objetivos, ya detuvimos a 72.300”. Secretario de seguridad de Bukele. Fuente: Ministerio de Seguridad de El Salvador.

Violación a los derechos humanos

En consecuencia, sin lugar a dudas, se han activado todas las alarmas en la comunidad internacional y en todas las organizaciones de protección de los Derechos Humanos, tanto por las imágenes que circulan de cómo detienen y tratan a los pandilleros, así como de las condiciones de las cárceles y los tratos a los reclusos en las mismas.

Recordar que en los sistemas democráticos el ejecutivo no puede estar por encima del poder judicial, y el ejecutivo no debe asumir sus funciones. Para eso está la separación e independencias de poderes para que los regímenes democráticos funcionen como tal. De lo contrario, se está cayendo en regímenes totalitarios, lo cual es altamente peligroso en las sociedades.

Es así como, de acuerdo con varias organizaciones de protección a los derechos humanos, el 76% de las víctimas atendidas señaló que sus agresores fueron miembros de la Policía y el Ejército. Sin lugar a dudas, las agresiones cometidas por las fuerzas de seguridad aumentaron durante la aplicación del régimen de excepción.

En consecuencia, las Organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional, entre otras, han criticado el régimen de excepción por considerar que viola los derechos humanos y han solicitado, sin éxito, su suspensión. Por el contrario, las autoridades de seguridad afirman que continuarán solicitando prórrogas hasta que sea detenido y encarcelado el último pandillero.

A manera de análisis y conclusión se puede decir que las medidas extremas de Nayib Bukele, no son un bien ejemplo para los países de América Latina que tienen altos niveles de inseguridad y violencia y que piden a sus gobernantes soluciones a esta problemática.

Si bien los ciudadanos afirman que ahora hay más seguridad en el país centroamericano, también, los ciudadanos salvadoreños manifiestan miedo a Nayib Bukele, no se puede criticar al presidente por miedo a represalias del mismo. Es un régimen de observación y vigilancia social, como lo plantea la clásica obra literaria: Vigilar y Castigar de Michel Foucault. Que desarrolla el concepto del panóptico. Foucault precisa en detalle qué entiende por poder disciplinario, la relación con las ciencias humanas, la significación para la historial social y política moderna. “Se trata de una forma de poder que tiene como objetivo los cuerpos en sus detalles, su organización interna, la eficacia de sus movimientos. Desde su nacimiento el panóptico ha estado al servicio del poder mediante la ejecución del control y la dominación por medio de la observación sin ser visto para la obtención de individuos normalizados y disciplinados”. Michel Foucault.

Finalmente, también no es un ejemplo de un régimen democrático que no respeta la separación e independencia de los poderes. En este caso el hilo es muy delgado entre democracia y régimen totalitario y dictatorial.

 

 

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