El cambio de Cristina, el lunfardo de Massa, la altura de Bullrich, la seducción de Carrió, la cordialidad de Lousteau, la voz "campechana" de Randazzo: todos los candidatos comunican de un modo inconsciente pero trabajado.
El cambio de Cristina, el lunfardo de Massa, la altura de Bullrich, la seducción de Carrió, la cordialidad de Lousteau, la voz "campechana" de Randazzo: todos los candidatos comunican de un modo inconsciente pero trabajado.
El dominio del comportamiento no verbal resulta imprescindible para administrar con eficacia la comunicación política e institucional.