A la hora de comunicar un mensaje, ya sea en campaña o gobierno, es innevitable tener en cuenta la importancia de generar emociones mediante los contenidos.
Luis Duque estuvo presente en la XV Cumbre Mundial de Comunicación Política con su conferencia titulada "Simplicidad", en la que enfatizó la importancia de generar emociones mediante historias y de asentar una identidad.
"Las historias tienen que ser simples y creíbles , que sea fácil de entender", expresó. Para ejemplificar, comentó que "cada vez que hablamos de billones y billones de dólares, la gente no entiende".
Un aspecto clave que resaltó a la hora de comunicar es el de la repetición: "Hay que repetir, repetir y repetir la historia. Hay tantas personas diciendo cosas todo el tiempo y la gente no se termina quedando con nada. Por ello, si no repetimos la historia, no los vamos a emocionar".
"Para poder emocionar también necesitamos generar efectos. Somos como telenovelas y, a partir de las telenovelas, generamos efectos".
El hecho de recurrir a las telenovelas es que este género transmiten historias que generan emociones y recordación. Incluso trajo a la conferencia el ejemplo de las inmigraciones en América cuando falleció un bebé durante el intento por cruzar el muro de Tijuana junto a su madre. "Eso generó recordación", expresó el estratega.
La importancia de las emociones
Las emociones son las principales generadoras de efectos. Hay dos emociones muy fuertes en la política que emocionan a la gente: el miedo y el odio.
Frente a esto, Luis Duque explicó que "mucha gente dice que lo que debemos generar es esperanza,. Claro que hay que hacerlo, pero si no apelamos al miedo y al odio no vamos a generar efectos".
Por otra parte, remarcó la importancia de tener una identidad, de definir lo que somos: "Tener identidad es poder entender al publico al que le vamos hablar y con el que estanmos interactuando. Es entender qué vamos a hacery cómo; pero lo mas importante es para qué lo vamos a hacer".
"También hay que contagiar con lo que nosotros hacemos. Esto es mediante el entendimiento de que cada uno de los personajes que tenemos en frente son distintos. Por ejemplo, Los Simpsons son todos amarillos, sin embargo, cada uno es distinto al otro por sus gustos".
Para entender que todos son distintos hay que conocer el ADN, hay que investigar. La investigación nos lleva a conocer a los receptores de nuestro mensaje uno por uno.
