El pasado domingo el nuevo presidente de Colombia Gustavo Petro les tomó juramento a los ministros designados, con una curiosa mezcla de establishment político y económico junto a otros dirigentes que dicen representar las promesas de cambio que Petro prometió en campaña.
Petro le toma juramento a Gaviria, ex candidato presidencial del Centro en las pasadas elecciones.
Para lograr una mayoría parlamentaria la coalición Pacto Histórico de Gustavo Petro debió ceder en varios aspectos de la diagramación del gobierno, como es el caso de los ministerios donde el líder de izquierda sorprendió al designar a ex ministros o militantes de partidos políticos tradicionales que a priori parecían estar en las antípodas del nuevo gobierno.
Las elecciones parlamentarias de marzo dejaron en una posición muy favorable al tradicional Partido Liberal de Colombia, se sabía que quien gane la elección presidencial en junio iba a tener que pactar con los liberales un gobierno de coalición, Petro no fue la excepción. Para sacar cualquier ley sin importar lo mínima que sea, el nuevo presidente iba a necesitar el apoyo de los liberales en el Congreso.
El partido liderado por el ex presidente de Colombia Cesar Gaviria hizo valer su peso y logró imponer sus nombres en lugares claves del gobierno de Petro , los liberales manejarán la economía ya que el presidente designó para esa área al liberal José Antonio Ocampo , ex ministro de Agricultura de Gaviria en los años 90, también en el reparto de carteras el partido logró quedarse con el Ministerio de Agricultura donde Cecilia López Montaño , ex ministra del presidente liberal Samper quedó al frente de esa área y una de las últimas designaciones de Petro fue el de Osuna Aquino otro dirigente del histórico partido , quien será el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, también el presidente nombró a Catalina Velaso en el Ministerio de Vivienda, una dirigente que es políticamente independiente pero que tiene una cercanía con el Partido Liberal y fue recomendada por la misma fuerza política para este puesto.
Los conservadores también lograron en marzo una importante representación en el congreso, pero a diferencia de los liberales no le dieron el apoyo a Petro a nivel institucional, sino que decidieron dividir el bloque entre los que apoyan al gobierno y los que son neutrales. El partido que fue históricamente socio de la coalición de Álvaro Uribe obtuvo en la negociación con el presidente Petro dos ministerios nada despreciables como son Relaciones Exteriores y Transporte donde fueron designados un exministro del presidente conservador Betancur y un ex secretario de gobierno de Álvaro Uribe.
Otro partido que se sumó sobre el final al gobierno de Petro fue el Partido de la U, partido del ex presidente y premio nobel Juan Manuel Santos, quienes lograron quedarse con el ministerio que tanto liberales como conservadores querían obtener: el ministerio del Interior, nombrando a Alfonso Prada histórica mano derecha de Santos y ex secretario general del gobierno durante esa presidencia. Al igual que los liberales, el partido de la U le aporta volumen político al gobierno de Petro, debido al número alto de alcaldes, gobernadores y representantes en el Congreso que ambos tienen.
Otro caso curioso en el reparto de ministerios en el comienzo de la nueva administración en Colombia es el caso de Alejandro Gaviria, ex precandidato a presidente por la coalición de centro quien perdió en la primarias y fue el primero y único de los dirigentes de este espacio en dar el apoyo a Petro para el Ballotage, Gaviria volverá a la función pública como Ministro de Educación del nuevo gobierno, ya había estado encargado del área de salud durante el gobierno de Santos.
El reparto de los demás ministerios tuvieron como protagonistas a los dirigentes del Pacto Histórico, políticos muy cercanos a Petro desde la primera hora que lograron tener un nivel de representación aceptable en el gabinete, pero menor al que ellos seguramente hubiesen esperado.
Petro copió y tomó como modelo de diagramación de gabinete de Boric en Chile donde el presidente tuvo que recurrir a la ex Concertación, a quien él había criticado fuertemente y aceptarlos en el gabinete para poder lograr un número de representantes fuerte en el Congreso.
